Dar y Recibir (con cuento para escuchar)
Recibimos lo
que damos, pero no en un sentido mágico o de justicia divina o de compensación
vital… que ese sería otro tema también interesante, como refleja la película
“cadena de favores”.
Hablando de
acciones y no de objetos, dar, nos regala en el acto, recibimos en el acto lo
que estamos generando al dar, que de otro modo no generaríamos. Recibimos el
acto. Y cuando somos conscientes de esto, la balanza está equilibrada y damos
lo que queremos, y dar lo que se quiere… es un acto de generosidad, no de
sufrimiento.
Y recibir…
permitirle al otro generar algo para nosotros que de otro modo no generaría, es
también un acto de generosidad.
Y cuando hay
sincronía y tú quieres dar lo que el
otro quiere recibir y viceversa…
Me han
contado que hay gente que lo llama amor, otros
amistad, otros magia…otros alegría…otros solidaridad… y que es… la
leche, la vía láctea dicen que se
compone de esos momentos, luminosos… que resaltan en la oscuridad.
Esto, en
positivo, en el negativo de la foto, en lo que nos duele, nos amarga, nos
culpabiliza… pasa lo mismo.
Recibimos el
grito que damos (bien lo sabemos las madres), el gesto descontrolado por la ira
que generamos para alejar al otro, lo recibimos en el acto, recibimos el acto,
el acto que generamos para dar donde más duele.
Me han
contado que hay gente que lo llama odio, otros amargura, otros soledad, otros
rencor, otros envidia … y que es… la esencia de la soledad y de la oscuridad… y
dicen, dicen… que se siente que no se recibe… y que siempre se da… que bobería…
si siempre que se da se recibe y siempre que se recibe se da…
Se da lo que
se quiere, ni menos ni más
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