Venganza y Perdón

Me perdono, dijo mi amiga Mercedes, cada día, por lo que he hecho y por lo que pueda hacer también me perdono.

¿Perdón o Venganza?

Y estoy pensando en las relaciones íntimas, en las que tenemos con nosotros mismos, con nuestros cercanos, con los que nos cercan, con los que definen nuestros límites, los que configuran nuestra estructura, con los que permiten o impiden, con los que nos aceptan o rechazan, con los que deciden lo que es aceptable y lo que no. Con los que danzamos... o chocamos.

El perdón es muy sanador, alivia el cuerpo, abre los pulmones... al margen de su connotación religiosa y no visto como una obligación si no como a un puerto al que te lleva la corriente, al que se llega.

La venganza...alimenta guerras, obras de teatro, películas, noches de insomnio, eternas partidas de ajedrez... la necesidad de devolver el daño recibido, de hacerle sentir al otro el dolor que te hizo sentir. Devolver la estocada, el guantazo...

A veces, la venganza quiere satisfacer, engrandecer, la imagen que mostramos a los demás, defender el honor, hacerse respetar....

El perdón … me parece a mí más íntimo... iba a decir vergonzoso, tímido.

Pienso ahora en la adolescencia, en los grupos de adolescentes... veo a una chica diciendo, "Y lo ha perdonado, tía, que fuerte, no tiene dignidad."

Pienso ahora que puedes apartarte de quien te daña desde el perdón.

La convivencia, habla la experta (que miro las relaciones entre adultos desde mi atalaya llena de juguetes y con las risas, llantos, protestas y juegos de mi retoña como música de fondo)la amistad, la pareja, se consolidan cuando vemos las vulnerabilidades del otro, sentimos sus invasiones, sus límites, sentimos la diferencia y aún así aceptamos su compañía y disfrutamos la danza de todos los estilos y los roces (que no los golpes)

¿Cómo llego yo al perdón? ¿Cómo me perdono a mi misma?

Aceptando la herida, que no resignando me a ella.

Actualizándome....

Como leí en un trabajo el otro día, una frase de Unamuno, “no hay que buscar que lo que fue impida ser lo que es o lo que será”.

¿Cómo me vengo yo de mi misma?

No me apetece hoy contestar a esta pregunta.

Aunque lo mejor del perdón es que te lo encuentras y lo peor de la venganza que la buscas.

Siempre me dijeron que soy una buscadora... siento que empiezo a ser lo que a mi hija le digo que es desde la cuna.... ENCONTRADORA. (De algo me tenía que servir estar tanto tiempo en la contra)

Hoy tengo la alegría en el cuerpo de unas lentejas y un espacio compartido con tres mujeres, dos niñas y un hombre. Una cálida tarde de sábado en un frio día de febrero. Sobran las palabras para definir los, la sonrisa de mi cara y las cosquillas de mi piel son su mejor carta de presentación. Me siento VIVA.

Gracias

No se si sería esto extrapola-ble a las estructuras sociales, a los abusos de poder, a los robos, a las injusticias....