Complicidad

COMPLICIDAD

Que hermosa palabra y que hermosa sensación.

Pretendía que este fuera un blog un poco más pudoroso que otros, un poco más... que se yo.

Ahora me encuentro entre cajas de cartón ilusionada ante una nueva mudanza, que bonita palabra también, mudanza... y viendo “anillos de oro” una serie antigua --- he roto a llorar, con un llanto limpio y profundo, porque me he dado cuenta de que tras varios años en soledad, fértiles años en los que he tenido una hija en solitario, me he dado cuenta de que lo que mas echo en falta cuando mi hija va a cumplir cuatro años, lo que más echo en falta... no es compartir las tareas (que también), ni el sexo (que también) lo que más echo en falta de no tener pareja ni familia en Madrid, no es tener a alguien que me eche una mano (que también) lo que realmente echo en falta es la compañía y la complicidad. Y pienso ahora mismo en Nati y en Chava. Que fueron mis dos grandes cómplices y los amé y los amo. Y en mi familia de Oviedo, y en la de Valencia....Gracias.

Estoy tranquila y feliz y nuevas complicidades se generan día a día, es un destello de comprensión en la mirada, una broma privada y me siento muy agradecida por ver y por ser vista, por escuchar y por ser escuchada.

Ser madre me ha hecho ver a las mujeres, a las madres en especial, descubrir la complicidad entre madres.

A los que sois pareja deciros que... es un tesoro, ser cómplices. Enhorabuena.