MOmPA y TernAscA Girl

Aquella mañana, MOmpa, por fin se sentía poderosa, lo había conseguido, había alcanzado la sonoridad adecuada, ahora sería implacable. Se deslizaría en las ondas de su propósito con una determinación que ni el maestro Budista de su amiga Carmela podría superar. Desde pequeña, admiraba la capacidad de su madre de producir “La Sonoridad” . Esa que ella, al fin, acababa de alcanzar. Era como un sueño hecho realidad. Su madre tenía el don, desplegaba el pañuelo, lo acercaba a su nariz, y al sonarse, un extraordinario sonido de trompeta, inundaba el espacio. No fallaba jamás, cada vez que se sonaba, vibraba la trompeta. Y daba igual el tejido. A veces eran los trapos que iba a lavar, los calcetines, lo que fuera… el instrumento era lo de menos. Su sonido era asombroso, expansivo. Sin embargo, su padre, se sonaba con un estacatto pobrísimo , sordo, chas, chas, chas… nada que ver. De esta diferencia, MOmpa infería que su madre era la que acariciaba la deslumbrante bola del power en casa. Obviamente. Sin embargo, ¿sería suficiente el poder de las ondas mucosas, para que ella, la actual MomPa, la última súper heroína de Marvel, lograra captar la atención de su pequeña adolescente, TErnascA Girl, para que hiciera los deberes? PorqueTernascA, lejos de seguir la línea sonora de la familia, lejos de explorar las infinitas posibilidades de su nariz, prefería pegarla a cualquier libro, pantalla, juego, cualquier cosa que no fuera la sonora voz de su madre. MOmpa jugaba con la Luz y el sonido, luchando, hermanándose, enlazándose, adoptando formas imposibles para captar la tan ansiada atención de TErnascA girl. Un fallo, una brusquedad en el movimiento, tan apetecible por otra parte (ostias, ya), podría provocar una explosión incontrolada, carente de armonía sonora por parte de TErnascA y también, a qué negarlo de MOmpa. Lo primero que intentó MOmpa fue usar el superpoder familiar, desplegó su pañuelo de seda con dibujos de cachemir, y lo introdujo ligeramente en el campo de visión de TErnascA Girl, que parpadeó ligeramente, y continuó viendo su reallity sobre diseño de moda. Luego, MOmpa lo acercó muy lentamente a su cara, observó el dibujo que el pañuelo dibujaba en el espacio, tomó aire, sintió la suavidad de la tela y se sono su regia nariz, alcanzando la nota sostenida. Casi podía ver las ondas sonoras dirigirse hacia TErnascA Girl, imaginaba cómo las ondas impactaban en sus mechas verdes, las izaban en su burbujeante mente, y tiraban ( suavemente) de ella haciéndola girar su cabeza. Aire y sonido aliados para conseguir restituir el vínculo con lo académico. Pero las verdes mechas apenas se apartaron de su privilegiada posición como cortinas del precioso rostro de la mutante. MOmpA, no desistió, se hidrató, miró la pizarra que presidía el salón, con los últimos dibujos de TErnascA girl y observó cómo ella se subía a la mesa y cogía tizas de colores. Los clinnex mezclados con los pañuelos de seda, los instrumentos que las ayudaban a combatir a estos insidioso virus vintage, ocupaban todo el espacio. Quizá la inmersión en Marvel el fin de semana o en Fashion Next ahora no fuera lo mejor para esta batalla. ¿Cómo había conseguido la humanidad comunicarse con los Cachorros en su cuarto creciente de maduración? Imposible hoy. MOmpa se tumbó junto Ternasca, y decidió, que los virus Vintage, artífices de la sonoridad suprema, deberían hacer los deberes de Ternasca mientras ella dormía. O dicho de otra manera, a sudar el constipado y mañana será otro día.