Manantial

Las hijas y los hijos son manantiales de amor,
Hay tierras secas que los devoran
hay tierras fangosas que los diluyen
hay cielos tormentosos que los desbordan
hay cielos desérticos que los evaporan
Conforme crecen nos recorren secas fangosas y nutritivas,
tormentosos desérticos y protectores... nos recorren y nos transforman a cielos y tierras, a tontos y a locas.. y avanzan, generando su propio cauce... el suyo.
Escapándose entre los dedos...
Que alegría soltarlos
y que alegría recogerlos
Las hijas y los hijos, no vienen al mundo para satisfacer nuestra necesidad de amor, si educamos para que nos quieran, para que nos amen, estamos equivocando el sentido... porque amamos, educamos, porque amamos escuchamos, porque amamos, respetamos, porque amamos, acompañamos y confiamos en soltar, porque amamos, colocamos límites protectores, porque amamos, miramos y comprendemos... o lo intentamos, porque amamos... no para que nos amen... porque amamos nos arriesgamos y decidimos hasta que ellos tienen el desarrollo madurativo para hacerlo por ellos mismos...
Todo un arte, el arte de amar, que como decía Eric Fromm requiere Conocimiento, disciplina, respeto y cuidado

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