HIJA DE UNA POETA LOCA Y UN MAESTRO DE ESCUELA.


Soy la cuarta hija de una poeta loca y un maestro de escuela.
Soy un boceto de matemática, poeta y filosofa, ergo, no soy popular. Y mira que lo he intentado, pero no, no lo soy. No sé que fue primero, cultivar la soledad y que me brotaran los poemas, las filosofías y la geometría o cultivar la geometría, los poemas y la filosofóia y que me brotara la soledad.
Me siento de otro siglo. Percibiendo ofensas subliminales y retando a duelo publicamente. Duelos en los que siempre hiero y me hieren.
Mi ángulo vital es solitario en lo público. En la intimidad, disfruto de mi hija y mi gato. Bueno, a ratitos me vienen tres o cuatro adultas que gustan de mi y que yo disfruto y las dejo partir. Machos, ahora, cero. Humanos adultos, digo, tengo un gato macho.
En un encuentro reciente hablamos de la culpa, y parte del grupo observaba una culpa sana, necesaria para protegernos de convertirnos en psicópatas que matarían sin miramientos. Creo recordar que algunos la veían necesaria en el proceso educativo.
También hablamos de qué tipo de amor utilizábamos como moneda de cambio.
Compra y vender amor. Culpa.
Me resulta difícil este mundo. Y soy parte de él. me resulto dificil.

Hablaban de la culpa como un sentimiento. Y que conlleva implicita la necesidad de reparar el daño. En la culpa sana.

Se me ponen los pelos de punta cuando un niño pega a otro, y los mayores le dicen al niño que pega, que le de un beso al que ha hace un minuto quería dañar... repáralo.

La agresividad, la necesidad de destruir es parte del proceso de asimilación de la novedad, si lo "reparamos" es como si regurgitaramos el alimento y lo escupieramos. Favorecer con paciencia que surja esa necesidad con el desarrollo de la empatía y por supuesto evitar que el niño siga pegandole al otro. Me gusta más como camino. Aunque incluso dudo si no lo he hecho yo alguna vez con mi hija, creo que no, por lo que puedan decir de mi las otras madres. La presión social, la máscara social, a mi me hace temblar. Hoy lo he vivido.

No siento culpa con los adultos, desde hace ya mucho tiempo. Si me siento inculpada por incumplimiento de normas sociales no escritas, ni tipificadas en el código penal. Y de eso, de un conflicto, de una descortesía, de algún comportamiento poco común, tan responsable soy yo, como el otro y ninguno culpable. Pues para mi, solo la justicia (y sería laargo de debatir), los juzgados, quiero decir, son los que están en posesión de las normas cuyo incumplimiento inmplica ser culpable y pagar una pena, una indemnización, una sanción u lo que sea.

En cuanto a la sociedad de mercado llevada a los sentimientos, comprar. vender... me resisto a usar lo que llegó después para definir un comportamiento que llegó primero. No me resisto, me niego, el amor es muy anterior a la sociedad de mercado, así que si acaso el trueque, ni eso, el cultivo, ni eso... si, eso si, el cultivo... yo te cultivo el amor materno si tú me riegas el erótico... o yo te cultivo la admiración si tu me riegas el erótico... que alguien me riegue el erótico por Diosa... es brooomaa.

Bueno, que Rosa rio ria cha cha cha ro ro ro dixit.
Ah, y que si alguien de mi grupo terapéutico o vital me lee... que aunque soy sensible y gruñona... os quiero mucho mucho mucho

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