Conversaciones con mi niña 1

LA VIEJA SE ADENTRÓ EN EL RETIRO Y RICO VERGEL huyó hacia su casa, se paró miró a su alrededor y en el desierto... una pequeña flor despuntaba en el horizonte

Se acercó lentamente a ella y tras la flor, una niña jugaba con una lata de cromos antiguos... tenía desollones en las rodillas y vestidito gris que algún día fue blanco... Rico vergel comenzó a bailar alrededor de ella... la niña dejó la lata en el suelo y siguió a Vergel, levantando una pierna y luego la otra... poco a poco la niña que estaba en blanco y negro cobró color...

-He conseguido un montón de esos cromos ¿sabes? Le dijo Rico Vergel

-todos toditos todos?, preguntó la niña con sus azules ojos como platos

-Noooo, todos no, ¿Ves ese que tiene máscaras de teatro?

-¿este?

-Si , ese, pues de esos tenemos unos cuantos

-¿de verdad me subiré..., nos subiremos..., te has subido... a un escenario?

-en este presente continuo que es la vida ya lo estamos haciendo mi amor. Somos reinas, princesas, rosas, poetas, criadas, abogadas...

-Como mola...

-¿Y ves ese de la cámara de cine?

-la niña sonrío y se mordió el vestido

-Si, hemos hecho un par de cortos y un largo y he visto nuestra cara en la pantalla grande

-¿y en la tele, en los anuncios?

-También....

-¿Y ser la voz de la radio, de los anuncios y la que dice los nombres de los programas?

-Eso lo que más.

-la niña la miró con cara de admiración... Gracias. gracias. gracias

-De nada, de nada, de nada...

-¿Príncipes azules...?

-Unos cuantos

-¿Ranas?

-Otras tantas.

-¿Hijos?

-Una hija...

-¿Sí...?¿ y tiene los ojos azules?

-Los tiene

-¿Y es traviesa?

-Lo es

-que bien, no me gustan las buenecitas...quiero verla

te pongo una foto, a mi ahora si que me gustan las obedientes, no te creas.

-¿y gato?

• uno negro precioso
• ¿Y hermanas pequeñas?
• una, guapísima y listisima

• .¿Y amigos y amigas?

-tenemos

-¿y casa?

-de alquiler

-¿y patio?

-comunitario

-te quiero

- y yo a ti también princesa....

Rico Vergel y la niña siguieron bailando por la calle embajadores para abajo lanzando cromos al aire, que salieron volando hasta posarse en el larga melena de una adolescente sentada en una terraza, con una flor en el centro.