Gracias, Alma

Respirar el mismo aire,
Caminar juntas
Jugar a no decir nada y emitir un montón de sonidos
Saludar al rey barba leches de cuatro años y medio que no se deja grabar
Ver su carita de felicidad y asombro porque ya llega al interruptor del baño
Manchar la pared con témperas
verla pintar hojitas con Vampiras y Reinas para su amiga Tulsi, por que a eso juegan ellas.
Atender sus explicaciones de cómo se hacen pulseras de gomitas "algún día aprenderás mamá"
Verla admirarse y poner caras en el espejo.
Ver su mirada buscando mi aclaración, o si lo que le dicen es verdad o no.
Y sus preguntas.
¿Quien fue el primero?
El primer que?
El primero que nació, ese no tenía ombligo.

A su lado, cada día es una oportunidad de SER, sin peso, sin el peso del pasado, con la inocente alegría del presente, del descubrimiento, de la experimentación.
 Y de la confianza en ella misma.

 Aprendo tanto con ella, de ella... que es otra, otro SER, que no soy yo y que elegirá su camino, y eso me llena de emoción y de alegría, y de ganas de no bloquear el río, ni el suyo ni el mío, ganas de bailar juntas, su emoción y mi emoción, su necesidad y la mía, su satisfacción y mi satisfacción... un baile... de necesidades que avanzan y retroceden, según la ocasión, que bien sabe mi niña, cuando hay juego de por medio, cambiar de posición...no anclarse a ninguna, ahora, para mi, esa es la llave de la felicidad y el amor.... girar con el mundo, a su favor (que ir a la contra, ya me cansó) y como yo soy mundo....