Avanzando el siglo XXI (2)
A la mañana siguiente, me encontré de nuevo con aquella vieja
sonriente y fumadora.
Leía muy atentamente el manual de
instrucciones de un proyector de hologramas de bolsillo, me sorprendió su
concentración en la tarea con el paquete aún apenas abierto.
Al verme, dejó a un lado el manual, irguió
su espalda y me sonrió..."Tú eres mucho más interesante que esta
concienzuda experiencia ajena.... tan útil, por otra parte"
No tiene Usted pinta de haber llevado una
vida de leer los manuales
Se estira, extiende los brazos, se toca el
pelo coqueta y me mira con cara de "mujer de mundo", se ríe y
descompone la pose.
"Tardé tanto en aprender de la
experiencia ajena... la vida no tiene manual, es cierto.... pero las maquinas
si... leer, escuchar... es un modo de aprender de la experiencia ajena... con
sus limitaciones, pues no es la propia pero... la Vida es una gran maestra y nos brinda muchos modos de
conocimiento.
Un día, en aquella famosa crisis
económica de principios de siglo... decidí que había cosas que NO quería experimentar
para descubrir su esencia (salvo que fuera estrictamente necesario), pues el coste en mi Vida, el
sufrimiento, el dolor... o simplemente, el esfuerzo, no me iban a merecer la
pena.... y comencé a escuchar y a leer... además de actuar o experimentar en
entornos seguros o inseguros.
Empecé a confiar tanto en mi mirada, como
en la de algunos elegidos por mí. Y dejé el espacio de experimentación... para
mi hija, que te aseguro que lo disfrutó y aprovechó y yo con ella
Supongo que para otras personas el camino
es el contrario... afortunadamente, porque así nos cruzaremos... como tú y yo,
ahora"
Vuelve a sonreír y yo me planteo lo que he aprendido en mi
Vida, cómo, cuándo y dónde... como si me leyera el pensamiento, me contesta
"como quieras, donde quieras y cuando quieras, excitante, verdad? siempre
que seas, que no te niegues, que no niegues la realidad por un ideal,
aprenderás."
Se ríe y me mira entornando sus cejas como
pidiendo perdón por ser sentenciosa..."es lo que tenemos los viejos"
En ese momento llegan dos ancianos más a los que ella se abraza largamente,
recojo mis cosas y ella me despide sin soltar a sus amigos.
Qué raro se me hace ver a personas
abrazándose tanto rato, raro y grato, quizá sea esta una experiencia ajena que
decida probar.
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